Esta instalación toma como referente la forma del útero, a su vez es una entrada que se puede traspasar. De hecho invito al público a hacerlo. Es un metáfora de la concepción y del nacimiento, pero también del desgarro y el dolor.

Para la realización de esta pieza  conté con la ayuda de amigas y familiares en la confección y en la aportación de prendas y sábanas para rasgar.

La obra Dona sigue la línea conceptual y formal de Umbral. En este caso el empleo de telas rasgadas hace referencia al desgarro físico que desencadena la menstruación, idea reforzada por el empleo del color. Pero también nos lleva a otras connotaciones emocionales.